1.11.13

No me vengáis con tonterías.

Todo eso de que ciertas bocas saben mejor, es cuento que ya me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. No solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores y yo si que no tengo cojones de decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que se la cara que pone cuando se deja ser completamente el, rendido a ese puto milagro que supone que exista. Le he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana, no me habléis de paisajes si no habéis visto su cuerpo.