14.12.13

Despierta o dormida. Realidad o ficción.

Me despierto y es un día más. Un día más con una sonrisa causada por un sueño del que quisiera no despertar jamás. Sabes, soñaba con un mundo paralelo a este en el que tu y yo vivíamos eternamente. Vivíamos felices sin miedos ni indecisiones. Caminábamos siempre juntos de la mano pisando fuerte y con paso firme sabiendo que esto no acabaría nunca. Cada segundo que pasaba superaba al anterior.
Cuando he despertado una lágrima recorría mi mejilla. No se muy bien si por lo que adoro soñar con estar contigo o por haberme tenido que despertar. Daría todo por repetir esos sueños en la realidad una y otra vez. Pero tengo que seguir con el día. Me lavo la cara,desayuno,me visto y me peino. Salgo a la calle y tomo una bocanada de aire frío que entra como un soplo dentro de mi cuerpo en apenas décimas de segundo.
Paseo por la calle pensativa y cuando menos me lo espero el mundo se para. Cientos de personas que hace segundos pasaban por mi lado desaparecen. Sonrío y miro al frente. Tú y solo tú. No veo nada más.                                 
Mi corazón casi inexistente desde que me desperté empieza a latir rápidamente. No veo la hora de estar junto a ti, intento correr pero me resulta imposible. Diez segundos que tardo en llegar a ti pasan despacio, parecen minutos o incluso horas.Se me hace eterno pero merece la pena este sufrimiento. Por fin llego a tu lado y mi corazón termina de desbocarse por completo. Un abrazo en medio de la calle fría. Un abrazo que me refugia de cualquier mal, que me refugia del frío que recorre mi cuerpo. A continuación un sonoro beso en la mejilla y seguido, un suave pero apasionado beso en los labios. No recordaba que un beso supiera tan bien. No recordaba que una persona en un minuto y medio pudiera conseguir hacerme feliz el resto del día. A penas pasamos una hora juntos poco tiempo para mi gusto pero eso si, un tiempo increíble. Besos,abrazos,caricias,sonrisas,miradas...Todo pasa despacio y doy gracias por ello. 
Hora de la despedida, más besos y sonrisas que me hacen olvidarme de que tengo que irme. Te tengo entre mis brazos pero ya te echo de menos. Me alejo caminando por el mismo sitio por el que vine y cada pocos pasos miro atrás. Te vas haciendo más y más pequeño hasta desaparecer por completo. El frío vuelve a rozar mi cuerpo y las personas de nuevo vienen y van. Vuelvo a casa, por fin algo de calor. Otra sonrisa brota en mi cara. No sabría decir bien si de alegría o de nostalgia. Repaso cada segundo de la hora que pasé a tu lado y, de repente, me viene a la cabeza que soñé contigo. Al recordar que no quería despertar me reí de mi misma porque algo estaba claro y es que por muy poco tiempo que podamos estar juntos la realidad lo supera todo.